La pobreza multidimensional es un enfoque más amplio y completo para comprender y medir la pobreza, que va más allá de la simple evaluación de los ingresos económicos de una persona o familia.
En lugar de centrar la medición únicamente en los ingresos, la pobreza multidimensional considera una serie de dimensiones interrelacionadas que afectan el bienestar y la calidad de vida de las personas. Estas dimensiones pueden incluir, entre otras, aspectos como la salud, la educación, el acceso a servicios básicos, la vivienda, la seguridad alimentaria y la participación social.
Las dimensiones específicas que se incluyen en la medición de la pobreza multidimensional que recientemente publicó Coneval pueden variar según el contexto y los objetivos de la evaluación, pero en general, se busca entender de manera más completa la situación de las personas y las familias en términos de su bienestar general y su capacidad para participar en la sociedad de manera significativa.
Algunos aspectos comunes que se pueden considerar en la medición de la pobreza multidimensional incluyen; Salud: Donde se evalúa la accesibilidad y calidad de la atención médica, la nutrición, la mortalidad infantil y otros indicadores de salud. Coneval nos dice que hay 820 mil personas en Sinaloa que sufren carencias en materia del rubro de salud.
Educación; Se analiza el acceso a la educación, la asistencia escolar, la finalización de niveles educativos y la calidad de la educación recibida. Coneval nos dice aquí que 525 mil Sinaloenses sufren rezago educativo.
Vivienda: Se evalúa si las personas viven en condiciones de hacinamiento, con acceso adecuado a servicios básicos como agua potable y saneamiento, y si tienen viviendas seguras. Para este rubro, en Sinaloa hay 220 mil personas con carencia por calidad y espacios para la vivienda.
Para el rubro que más nos compete en el Banco de Alimentos de Culiacán, el de la seguridad alimentaria: Se examina si las personas tienen acceso regular a alimentos suficientes y nutritivos. Donde Coneval nos dice que hay más de 533 mil personas con inseguridad alimentaria.
Es importante destacar que la pobreza alimentaria no se limita simplemente a la falta de alimentos; también involucra la calidad y la variedad de los alimentos disponibles. Una dieta pobre en nutrientes esenciales puede ser tan perjudicial como la falta de acceso a alimentos en sí. Por lo tanto, abordar la pobreza alimentaria implica no solo garantizar que las personas tengan suficiente comida, sino también que tengan acceso a alimentos nutritivos y equilibrados para mantener una buena salud y bienestar.
En el proyecto del nuevo Banco de Alimentos que pronto estaremos por iniciar, nuestra meta es atender dos grandes problemáticas del estado; el desperdicio de alimentos y la pobreza alimentaria. Para ello será de vital importancia el involucramiento de la sociedad, empresarios y del gobierno del estado, quienes como nosotros, vemos en el Banco de Alimentos una gran alternativa de solución a esta lamentable situación.