Transcurrían los primeros meses del 2021, los Bancos de Alimentos de Sinaloa ingresábamos en la 63 legislatura del congreso del estado de Sinaloa una iniciativa de ley, la cual tenía la intención de evitar el desperdicio de alimento en el estado y con ello, la inseguridad alimentaria en Sinaloa.
La iniciativa de ley pretendía, además, reconocer el derecho a la alimentación como un derecho humano, incentivar las donaciones a los bancos de alimentos, fortalecer a los bancos con infraestructura y regular aún más las donaciones de nuestras organizaciones.
De alguna manera, pretendíamos emular lo que otros bancos de alimentos han logrado en otros estados de la república, que se les apoye en esta lucha de combatir el desperdicio de alimentos y la pobreza alimentaria.
Lamentablemente para nuestra causa y la de más 600 mil Sinaloenses en carencia alimentaria, la iniciativa de ley no avanzó en lo absoluto en la 63 legislatura, y aunque se ratificó en la 64 legislatura, que dicho sea de paso termina su gestión en este mes, tampoco tuvo ningún avance, cayó en lo que coloquialmente se conoce, la congeladora. Por más que se cabildeó con casi todos los diputados locales de todos los partidos, no hubo eco con ninguno de ellos.
Los diputados y diputadas entrantes en la 65 legislatura serán para nosotros una nueva oportunidad de que se materialice este proyecto tan anhelado de construir un nuevo banco, de fortalecer la infraestructura, de alimentar a miles de Sinaloenses con carencia alimentaria, y de evitar que millones de kg de alimento terminan en la basura o alimentando el ganado.
Los puntos clave de esta iniciativa son; Reconocimiento de la inseguridad alimentaria como un derecho humano: Se propone que toda persona tenga garantizado el derecho a una alimentación adecuada, lo cual sería un paso importante en la lucha contra el hambre y la malnutrición en Sinaloa.
Fomento a las donaciones: A través de incentivos fiscales, la ley busca motivar a empresas y particulares a donar alimentos a los bancos de alimentos, lo que aumentaría la disponibilidad de alimentos para personas en situación de vulnerabilidad.
Regulación y transparencia: La iniciativa también incluye disposiciones para que las donaciones sean exclusivamente dirigidas a bancos de alimentos afiliados a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, garantizando que los alimentos no se utilicen con fines políticos ni se vendan de manera ilegal.