Se ha hablado mucho de los miles de toneladas de alimentos que se desperdician cada
año en el campo Sinaloense, dentro de otras cosas, por la falta de infraestructura en el
Banco de Alimentos de Culiacán.
Se desperdicia mucho alimento también en la industria alimentaria, supermercados,
mercados de abastos y demás. También es mucho el alimento que, como consumidores,
estamos desperdiciando todos los días por diferentes factores que pudiéramos evitar o
disminuir considerablemente.
Al desperdiciar alimento no solo se desperdicia el alimento per se, tomemos en cuenta
que también se desperdicia mucha agua, el trabajo y esfuerzo de mucha gente, una gran
cantidad de recursos económicos y por si fuese poco, contribuimos en gran medida a la
contaminación y emisión de gases de efecto invernadero que producen dichos alimentos
en la basura.
Las razones de este desperdicio se deben en gran medida a muy malas costumbres o
hábitos de consumo. Unos de ellos son la compra de mucho más alimento del cual
necesitamos en los mercados, dejar que las frutas y verduras se estropeen en casa o bien,
servir porciones más grandes de lo que podemos comer.
Abordaremos varias recomendaciones que pueden abonar a evitar o disminuir las
cantidades, a veces invisibles, de alimentos que desperdiciamos cada uno de nosotros en
casa.
Compre solo lo que necesita, planifica las comidas. Prepara una lista de la compra y
aténgase a ella evitando las compras impulsivas. No solo evitarás desperdiciar alimento,
con esta recomendación también ahorrarás dinero.
Elige frutas y verduras que no tengan la mejor apariencia. No juzgues a los alimentos por
su apariencia, a menudo se tira a la basura demasiadas frutas y hortalizas maltratadas o
con formas extrañas, simplemente porque no cumplen con las normas estéticas
arbitrarias. Se pueden hacer un sinfín de subproductos con estos alimentos en ese estado.
Aprende a diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. A
veces, los alimentos siguen siendo inocuos y aptos para consumo humano habiendo
pasado la fecha de consumo preferente, por otro lado, la caducidad indica el momento en
el que el consumo deja de ser inocuo.
Compartir es cuidar. Dona los alimentos que de otro modo se desperdiciarían. Evita a toda
costa desperdiciar un alimento que ha comprado o elaborado, sobran personas que
pudieran aprovechar dichos alimentos en la ciudad.
También puedes calcular adecuadamente las cantidades de alimentos a preparar, congelar
correctamente los alimentos, aprovechar los alimentos para otras comidas, hacer
compostas, etc.
Pequeños cambios en nuestras costumbres y hábitos de consumo cotidianos, pueden
tener una enorme repercusión mundial.