La tortilla de maíz es un alimento fundamental en la gastronomía de muchas culturas latinoamericanas, especialmente en México, donde tiene una larga historia que se remonta a la época precolombina.
El maíz, o «elote» en náhuatl, era un cultivo sagrado para las civilizaciones mesoamericanas como los aztecas y los mayas. La masa de maíz se preparaba moliendo granos de maíz con piedras de moler, luego se formaban tortillas que se cocinaban sobre comales calientes.
Este proceso de nixtamalización, que implica remojar el maíz en agua con cal para hacerlo más digestible y nutritivo, fue una innovación clave en la producción de tortillas. Las tortillas de maíz se convirtieron en el alimento básico de estas culturas, y su versatilidad las hizo perfectas para acompañar una amplia variedad de platos, desde tacos y enchiladas hasta tamales y chilaquiles.
Con la llegada de los españoles a América, la tortilla de maíz se mantuvo como parte integral de la dieta, y su popularidad se extendió por todo el continente. La tortilla de maíz es un elemento esencial en la cocina y su importancia cultural y culinaria perdura como un símbolo de identidad y tradición.
Por otro lado, Sinaloa es conocido como el principal productor de maíz en México. La región de Sinaloa es famosa por su producción agrícola, especialmente de maíz, debido a sus condiciones climáticas favorables y la disponibilidad de tierras fértiles para el cultivo. El maíz es un cultivo fundamental en la economía de Sinaloa y contribuye significativamente a la producción nacional de este cereal.
En promedio, se estima que un Sinaloense consume alrededor de 100 a 120 kilogramos de tortillas al año. Esta cifra varía según la región y los hábitos alimenticios individuales, pero la tortilla de maíz sigue siendo un alimento básico en la dieta, consumida en una amplia variedad de platos y ocasiones.
Según CONEVAL, en Sinaloa hay más de medio millón de personas con carencia alimentaria, lo cual significa que son personas que no tienen acceso adecuado a alimentos suficientes, nutritivos y seguros para satisfacer sus necesidades alimentarias y llevar una vida activa y saludable.
Las causas de dicha condición pueden ser varios factores; la pobreza misma, desempleo, la falta de acceso a alimentos asequibles, la escasez de alimentos en una región, etc.
En varias partes del estado se vende el Kg de tortilla de maíz a 27 pesos, lo cual vuelve este alimento inaccesible para muchas familias en pobreza y pobreza extrema, y poder resolver este problema resulta por demás complejo.
Lo que en el proyecto del nuevo banco de alimentos hemos ideado como una alternativa de solución, es brindar tortilla recién hecha a nuestros beneficiarios, pretendemos equipar nuestro centro de distribución con tortillerías con una alta capacidad de producción.
Esto nos permitirá poderle brindar este valioso alimento a miles de familias en carencia alimentaria.