Una de las tantas problemáticas y retos de los Bancos de Alimentos, por no decir que el principal, es la falta de donación de alimentos, ya sea en frutas y verduras, lo que conocemos como perecederos, o abarrotes, que es todo aquel alimento no perecedero como granos, aceites, tortilla, cereal etc.
La mayoría de la donación de dichos alimentos a los Bancos de Alimentos, dependen de diversos factores, muchos de ellos impredecibles, lo que vuelve difícil la proyección y tener cierta certeza, con ello se vuele la atención alimentaria en gran medida, especulativa.
¿Debemos los Bancos de alimentos estar ocupados por reducir la cantidad de alimento que proviene de la impredecibilidad? ¿Deberíamos tener cada vez más certeza en el alimento que entregaremos a nuestras familias e instituciones atendidas?
Al ser organizaciones que dependemos casi al cien por ciento en donaciones, ese escenario parece en primera instancia un poco difícil. Reducir la impredecibilidad per se a nuestros modelos de atención pudiera hasta cierto punto ser imposible, sin embargo, creemos que hay modelos por los cuales podemos tener más certeza en el alimento.
Uno de estos modelos pudiera ser en el procesamiento, transformación o manufactura de ciertos alimentos, modelos que se ven muy poco en nuestras organizaciones, pero dada la actualidad ¿Será viable voltear a ver esta opción como una alternativa?
En Sinaloa somos pioneros y principales productores tomate, y si bien es cierto, es un producto que donan recurrentemente a los Bancos de Alimentos ¿Porqué no pensar en procesar dicho alimento? ¿Porqué no tener en el Banco de Alimentos una planta procesadora de tomate, chile etc?
La abundancia de alimentos en el estado no es todo el año, es de menos de 6 meses, entonces dada la precariedad y necesidad del mismo los 6 meses restantes ¿Porqué no procesar el tomate en puré? Con ello alargamos la vida de alimento, evitamos el desperdicio del mismo, y tenemos alimento disponible en los meses donde no los hay. Que son los más.
La planta procesadora de alimento para ciertas hortalizas disponibles, traería un gran beneficio para todos; los Bancos de Alimentos reducen su gasto de compras de alimento, mejoran la alimentación de los beneficiarios, incrementas las familias atendidas, reduces el desperdicio de alimento etc.
Este mismo modelo de procesamiento y transformación del alimento aplica para la tortilla y el maíz. Sinaloa es llamado el granero de México, sin embargo el maíz es poco aprovechado y donado a los Bancos de Alimentos por lo complejo de su consumo estando en grano. Sin embargo, para este caso podemos acordar con empresas harineras que nos conviertan el maíz en harina lista para nosotros a su vez poderlo hacer tortilla.
El poder entregar tortilla recién hecha a las personas de escasos recursos, pobreza extrema, comedores comunitarios, escuelas de tiempo completo en comunidades rurales e indígenas, sería la culminación de una de tantas aspiraciones que tenemos como organización para nuestros próximos proyectos.