Una realidad que regularmente pasamos por alto, ya sea desapercibida o muchas veces ignorada, es la de encontrarnos a niños en las calles. Lo mismo afuera de un supermercado, plaza comercial y sobre todo en los semáforos de la ciudad. Ya sea pidiendo dinero, limpiando un vehículo o de limpia vidrios.
Lo hemos podido ver en las calles y muchas veces en redes sociales, algunos niños y adolescentes son expuestos a violencia, maltrato, explotación comercial, accidentes y enfermedades provocadas por su situación precaria y exposición a la calle y sus peligros.
Por estas y muchas más razones, la UNICEF recomienda no dar monedas a los niños en situación de calle. La limosna, según representantes de dicha organización, ayuda a fomentar esta actividad, y que por más bienintencionada que sea esta acción, al darles dinero solo estamos prolongando su estancia en las calles y su estado de mendicidad.
Lo recomendable en estos casos es buscar y apoyar a organizaciones de la sociedad civil que se dediquen a otorgarles una atención más íntegra, ya que de esa manera se aseguran mayores herramientas para que los niños y niñas reciban cuidados y sobre todo se pueda revertir esta lamentable condición.
Se recomienda no dar dinero directamente ya que como dijimos, fomentamos que lo sigan haciendo y también hay que decirlo, muchos padres o tutores, mandan a las calles a niños a pedir dinero, precisamente porque es un gran negocio para ellos.
El gobierno estatal tiene PANNASIR que es un Programa de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Situación de Riesgo, está dirigido a menores de 18 años en situación de riesgo y que viven en condiciones de marginación: cultural, social o económica. Está diseñado para generar cambios en los menores y sus familias a través de ciertos programas.
La invitación es a que reflexionemos sobre lo que acontece tras ese niño o niña en la calle, no a dejar de ayudar y de preocuparnos, es muy difícil se apático ante un niño en aparente situación precaria, no es tan fácil voltear hacía otro lado. Sobre todo, nosotros los Sinaloenses que nos encanta ayudar.
En Banco de Alimentos de Culiacán, nos hemos propuesto construir un gran comedor comunitario para más de 100 personas, donde pretendemos brindar alimento preparado a personas de calle, entre ellos a adultos mayores, indigentes y niños. Este comedor estará dentro de nuestro nuevo proyecto de construcción que pronto conocerán y que como siempre, buscaremos el apoyo de todos ustedes para poderlo realizar.
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