Sinaloa tiene un sinfín de instituciones de asistencia privada a lo largo del estado que abonan todos los días cada quien en su rubro, a mejorar la calidad de vida de los Sinaloenses y su entorno. Todas ellas por naturaleza son privadas, esto significa que no pertenecemos a ninguna dependencia de ningún nivel de gobierno y nuestros patronatos están formados por empresarios Sinaloenses honestos, altruistas y preocupados por el bienestar del estado, y ninguno de ellos tiene que ver con la política o son funcionarios de gobierno.
En Sinaloa para el próximo año tenemos elecciones y aunque los comicios son hasta junio de 2021 los partidos ya mueven sus fichas con miras a las próximas elecciones. Es preciso reiterar que las instituciones de asistencia privada, especialmente las que nos dedicamos a temas asistenciales y las que tenemos que ver con personas de escasos recursos, no tomamos partido por ningún candidato ni partido político. Si bien en las próximas elecciones como en todas, está en juego mucho del futuro del estado, no podemos tomar partido por nadie. Va en contra de nuestros principios, estatutos y forma de operar.
Todas y cada una de nuestras actividades son sin tintes políticos y sin hacer proselitismo para beneficio de nadie. Desde nuestra trinchera colaboramos en mejorar nuestro estado pero con una línea muy marcada entre la institución y la política y partidos.
La confianza que desde hace más de 20 años existe en el Banco de Alimentos como institución de asistencia privada, obedece a muchos factores pero entre ellos está sin duda el que por nada del mundo se nos relacione con la política, partidos o funcionarios de gobierno, que las más de 12 mil despensas mensuales entregadas en seis municipios del estado sean sin proselitismo alguno.
La política y los políticos no son malos, tampoco el gobierno, de hecho siempre hemos creído que debiesen de vernos todavía más como sus aliados, fortalecernos en infraestructura y nosotros a su vez ayudar a más personas. Para muestra tenemos lo que actualmente sucede en nuestro estado, las 35 mil personas que reciben alimento cada quince días en el banco de alimentos de Culiacán son en gran medida una carga indirectamente que le quitamos al gobierno.
No permitamos que se politice a las instituciones de asistencia privada en Sinaloa, ni el día de mañana que se vienen las elecciones ni nunca. El que no lo hagamos nos vuelve todavía más confiables y transparentes vista a muchos aliados y empresas. Sigamos cada quién desde sus trincheras ayudando a quien lo necesite.
Las alianzas con todos los actores siempre serán bienvenidas, sobre todo si se trata de fortalecer a nuestra institución. Hoy se necesita de todos unidos, estamos en la antesala y con la gran necesidad de construir un Banco de Alimentos más grande y sobre todo a la altura de la necesidad que impera y se encrudeció por la contingencia sanitaria.